Ventajas y desventajas del enfoque de marco lógico (EML) en proyectos sociales

En la segunda mitad del siglo XX se popularizó el Enfoque de Marco Lógico (EML) como una herramienta para la implementación y gestión de proyectos de cooperación entre las agencias estatales, los organismos multilaterales y no gubernamentales. En síntesis, este enfoque busca facilitar la conceptualización, diseño, ejecución y evaluación de proyectos mediante el establecimiento de una lógica de causa-efecto, de manera que facilite la operacionalización de un problema y su respectiva solución a través de objetivos, componentes, actividades, indicadores y medios de verificación. Precisamente es la sencillez de la racionalidad lógico lineal que subyace en esta herramienta la que resulta atractiva al momento de formular un proyecto de intervención. A mi parecer, el uso de esta herramienta se ha estandarizado al punto que parece más un requisito formal o un procedimiento administrativo para lograr la asignación de recursos, que un modelo de gestión pensado para abordar una problemática a partir de unas necesidades sociales y económicas. Esto ha llevado a que el EML se aplique sin juicio, ni criterio, por la sencilla razón que se cree que es normal, común y natural hacerlo.

No soy el primero en notar esta situación, el filósofo Edwin Montes Ojeda en su artículo “Análisis Crítico al Enfoque de Marco Lógico (EML) en la Gestión de Proyectos de Cooperación al Desarrollo”, realiza varios cuestionamientos al EML, de los cuales rescato el siguiente:

Según la experiencia de quienes hacen uso de este enfoque, el EML llega hasta la etapa de diseño del proyecto, debido a que en las fases de ejecución, seguimiento y evaluación se deja de seguir esta perspectiva. Al respecto considero que más que un error de los responsables de la ejecución del proyecto es síntoma de la rigidez del enfoque que, en su lógica lineal, no logra reflejar la complejidad de los problemas sociales que pretende abordar. Por ejemplo, en 2011 en un estudio de la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo señalaron lo difícil que es desarrollar proyecto sen Africa con EML, para Montes esto obedece a que el EML “es tan poco flexible que en aquellos entornos o circunstancias geográficas dinámicas, complejas y multidimensionales se convierte en un reto para las ONG´s en poder alcanzar los objetivos plasmados inicialmente”

Aunque el EML indica que es posible realizar modificaciones en los objetivos e indicadores diseñados inicialmente, en la práctica al parecer esto se dificulta, en parte por la intención de no querer distanciarse de la esencia y seguir el enfoque inicial previsto en el Marco Lógico, pero también por la visión minimalista y rígida del EML que lleva a invisibilizar efectos no contemplados en su lógica interna de cuatro filas por cuatro columnas (lógica vertical: causa-efecto y medios-fines; y una lógica horizontal: resultados).

A su vez esta rigidez le quita importancia a la participación comunitaria y el trabajo en equipo, ya que el desarrollo de las matrices propias del enfoque termina siendo un trabajo de escritorio desarrollado con criterios técnicos que desconocen las prioridades y afectaciones de los beneficiarios.

Mi invitación es conocer y cuestionar el EML de manera que nos permita decidir las circunstancias y momentos en que su uso es pertinente, en lugar de aplicarlo de forma mecánica a cualquier situación sin ninguna reflexión.

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