Pese a que pueda llegar a ser muy útil, no se debe olvidar que sigue siendo un medicamento, por lo que se debería consumir bajo prescripción médica, para garantizar que se consuma en la cantidad adecuada respecto a los requerimientos reales de la molestia.

En muchos casos, las personas se sienten en capacidad de automedicarse o consumen medicamentos bajo la recomendación de una droguería o un tercero, después de una breve explicación de los síntomas que sienten.

Según la Encuesta Nacional de Dolor (2014), hecha por la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor (ACED), por lo menos el 24% de las personas en nuestro país se automedican, siguiendo sugerencias de farmacias o de personas allegadas.

En el caso del Ibuprofeno, puede que las personas lleguen a consumir dosis muy superiores a las que realmente requieren, como lo son los comprimidos de 600 mg de este medicamento. Un consumo conveniente está en el rango de unos 1200 mg diarios, distribuidos en tres comprimidos de 400 mg, sin que el tratamiento dure más de una semana.

Consumir este medicamento en las cantidades, intervalos y lapsos inapropiados, puede generar la aparición de complicaciones tales como dolores abdominales, gastritis y úlceras. Además, en personas que padecen enfermedades relacionadas con el corazón, puede, por ejemplo, conllevar al aumento notorio del riesgo de sufrir un infarto, esto según un estudio de la revista médica Journal of the American College of Cardiology (JACC).

Aparte de estos riesgos, su efecto en conjunto al consumo de otros medicamentos es otro factor para tener en cuenta. En este punto es donde se hace necesaria la supervisión de un profesional de la salud. Igualmente, este medicamento se utiliza para evitar dolores musculares en medio de la realización de deporte, ya que dentro de sus efectos está que calma el dolor producido por la realización de mucho ejercicio y que es un relajante para los músculos. Es importante resaltar que su automedicación y consumo excesivo pueden conllevar a padecer problemas renales y ocultar posibles lesiones.

En conclusión, consumir Ibuprofeno es conveniente, siempre y cuando esté bajo la supervisión de un profesional en salud quien dictamine las cantidades, intervalos y lapsos adecuados, según los padecimientos de cada uno. Este puede representar un riesgo en personas que sufran ciertas enfermedades, estén en determinadas circunstancias (como, por ejemplo, las mujeres en estado de embarazo), o aquellas que consuman altas dosis de este medicamento por largos periodos de tiempo sin prescripción médica.