Durante el experimento se comprobó que la canción hacía que las hembras del Aedes aegypti, zancudo transmisor, redujera la tendencia a picar y afectaba la reproducción entre ellos.
Esta canción fue escogida debido a su volumen y tono, pues son factores que ayudan al ruido, y porque, al ser reproducida cerca de las jaulas a una fuerte presión de ruido, fue considerada idónea para confirmar la teoría.
Al final, los investigadores concluyeron que las vibraciones a bajas frecuencias favorecen las interacciones sexuales, mientras que las altas afecta desfavorece esta condición.