Según un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), las personas adultas que tuvieron más contacto con la naturaleza durante la infancia podrían tener mejor salud mental que aquellas que estuvieron menos expuestas.
El estudio publicado en la revista “International Journal of Environment Research and Public Health”, se realizó con datos de 3.600 personas que viven en Barcelona, Holanda, Lituania y Reino Unido. El estudio buscaba comprobar el impacto de los espacios verdes y azules en el bienestar mental y la vitalidad física de la población.